Dr. Ricardo Morales Corral.

En días pasados fue dado a conocer por el Director de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Octavio Romero Oropeza, la formalización en la compra de la refinería Deer Park, ubicada en Houston, Texas, señalando que:

“la compra de la refinería representa una acción estratégica de nuestro gobierno para lograr la soberanía energética del país y alcanzar la meta de garantizar el abasto interno de combustibles”.

Por lo anterior, es importante analizar algunos de los aspectos más relevantes relacionados a la compra de dicha refinería y sus implicaciones en materia económica.

Antecedentes.

En 1993, durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, la refinería de Azcapotzalco representaba un foco de contaminación para la Ciudad de México y área conurbada, por lo que fue desmantelada y vendida en partes, y con dicho recurso, PEMEX adquirió el 50% de las acciones de Deer Park, perteneciendo la otra mitad a la empresa angloholandesa Shell Oil Company.

En febrero de 2021, Shell anunció el cierre de Deer Park por generar durante dos años consecutivos pérdidas de operación, además de presentar deficiencias en su operación, en gran medida por contar con instalaciones obsoletas.

En mayo del mismo año, PEMEX anunció la adquisición del 100% de las acciones de dicha compañía, a fin de contribuir al Plan Nacional de Soberanía Energética.

Condiciones de la compra.

La adquisición se realizó por un monto de 596 millones de dólares, el valor de los activos de la refinería, lo cual se materializó en el mes de diciembre de 2021 con recursos del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), con el objetivo de que México sea autosuficiente en la producción de combustible.

Dentro de los compromisos realizados, se acordó que México pagaría una deuda conjunta de 1,200 millones de dólares contraída por PEMEX y Shell, generada por estar operando en números rojos durante más de dos años.

Shell proveedor único de PEMEX.

Actualmente Deer Park tiene capacidad de procesamiento de crudo de 340,000 barriles diarios, sin embargo, un aspecto relevante es que dentro del acuerdo de compra venta, Deer Park le comprará el crudo a Royal Dutch Shell, durante un plazo mínimo de 15 años, es decir:

  • Se estará refinando con petróleo de Shell.
  • La nueva empresa de PEMEX, Deer Park, pagará el total de impuestos generados en Estados Unidos.
  • Se dará empleo a personas estadounidenses.

Medio ambiente.

Pareciera que el Acuerdo de París, suscrito en diciembre de 2015, para mitigar el cambio climático y disminuir las políticas que favorecen la emisión de gases de efecto invernadero, no forma parte de la política energética de la actual administración, recordemos que el acuerdo señala el compromiso de reducir el 22% de dichos gases y el 51% de carbón negro, además de generar el 35% de la electricidad por medio energías renovables para 2024 y el 43% para 2030, sin embargo, este tipo de adquisiciones dista mucho del compromiso con el medio ambiente.

Finalmente.

La apuesta de la actual administración federal para el rescate económico de México, sigue siendo la generación de energías fósiles, en vez de apostarle a energías renovables, tal pareciera que estamos atrapados en el México de los años 80´s,  en medio de “la bonanza petrolera”, donde existían otras condiciones, se le apuesta a proyectos costosos y poco rentables de refinerías como Deer Park y Dos Bocas, cuando la tendencia a nivel global son los vehículos eléctricos, no los de combustible. Se observa pues, el incumplimiento al Acuerdo de París y una falta de compromiso para combatir el cambio climático, además de que Deer Park estará sujeta a las regulaciones y políticas ambientales de Estados Unidos, muy distintas a las de México, por lo que surge la interrogante si ¿realmente se estaría logrando la soberanía energética del país?

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